Vitivinicultura Patagónica Argentina, y su gran futuro!!
Diversos emprendimientos vitivinícolas para la elaboración de vinos de calidad han tomado impulso en esta región, especialmente en San Patricio del Chañar, Departamento Añelo, en la provincia de Neuquén. También en el Hoyo de Epuyén en Chubut y en la zona de 25 de Mayo de La Pampa. En Río Negro, principal provincia vitivinícola de la región, el proceso fue orientado hacia la reconversión varietal.
Fueron determinantes en este proceso las condiciones ecológicas de estas
zonas como aptas para la vitivinicultura de calidad, su influencia en las
características distintivas de los vinos y mostos y, el conocimiento de las
cualidades de los vinos de este terruño por parte de los consumidores nacionales
y extranjeros.
La reconversión e implantación de nuevos viñedos y desarrollo de nuevas
bodegas también han tenido como factor determinante el auge alcanzado en los
últimos años por el comercio internacional de vinos del país y el creciente interés
de los países importadores por los vinos del Nuevo Mundo Vitivinícola.. Estos
escenarios motivaron transformaciones cualitativas a través de inversiones para
la innovación de tecnología de punta y cambios de las variedades para la
La Región Patagónica Argentina es la más austral de todas las regiones
vitivinícolas y la que está ubicada a menor altitud. (38º a 42 de latitud).La
viticultura se asienta principalmente en los márgenes de los ríos Negro y
Colorado. Comprende áreas bien delimitadas de las provincias de La Pampa,
Neuquén, Río Negro y Chubut.
Es un extenso valle que nace a los pies de la Cordillera de los Andes y se
extiende en la conjunción de los ríos Neuquén y Limay. En esta región se
pueden delimitar áreas bien diferenciadas como el Alto Valle y el Valle Medio del
Río Negro, Alto Valle y Valle Medio del Río Colorado.
Desde el punto de vista edáfico los suelos son coluviales y aluviales, de textura
mediana a gruesa, aptos para el cultivo de la vid. Los días son templados y
luminosos y las noches frescas, con una apreciable amplitud térmica. El principal
factor limitante para el cultivo de la vid son las heladas tardías y tempranas, que
perjudican especialmente a las variedades de ciclo vegetativo largo.
La mejor virtud de esta zona es el viento fuerte, ya que produce sequedad en el
ambiente evitando la aparición de enfermedades, y esto se traduce en la
posibilidad de la elaboración de vinos orgánicos, sin adición de agroquímicos.
Por su clima frío, las uvas y mostos presentan características diferentes de las
zonas andinas, mayor contenido de acidez y regular tenor azucarino. Se
elaboran vinos genéricos y de apreciable calidad enológica.
En la década de 1920 se producen
emprendimientos para la elaboración de vinos de calidad con la instalación de
viñedos y bodegas con características artesanales, propiedad de europeos,
orientadas a la elaboración de vinos de calidad y también bodegas industriales
dedicadas a vinos comunes.
Como en el resto del país a partir de la década de 1950 se comienza con la
implantación de uvas de alto rendimiento y variedades de baja calidad enológica
criollas y europeas. Como resultado aparecen las sucesivas crisis y la
erradicación que produjo una caída de la vitivinicultura de la región.
Surge la idea de cambios en la composición varietal de los viñedos y
agrupaciones en cooperativas. También prosperan iniciativas como los vinos y
espumantes de las zonas frías, pero no se lograr invertir la situación.
Según el Dr. Alcides Llorente consultor del INTA “hacia fines de la década del
90, algunos empresarios se dan cuenta de las bondades que ofrecen las
condiciones ecológicas de la región, principalmente el clima, y retoman los
conceptos que tuvieron en cuenta los pioneros para el desarrollo de una
vitivinicultura de calidad, sobre la base de la implantación de las variedades
aptas y la adopción de la tecnología disponible actualmente, tanto en el cultivo
como en la elaboración”.
En este aumento incidió la transformación de la superficie plantando variedades
de alta calidad enológica tintas, prevaleciendo en la región las variedades
Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Negro y Syrah. En las blancas las
variedades Chardonnay, Sauvignon, Pedro Giménez y Torrontés Riojano. Estas
implantaciones demuestran una importante mejora cualitativa en el cepaje de la
zona. Las variedades de alta calidad enológica constituyen el 85,94% de la
superficie con uvas de vinificar que han aumentado el 90% con respecto al año
2000.
De acuerdo al trabajo consultado del Dr. Alcides Llorente “en la mayoría de la
superficie implantada se utilizan sistemas de conducción con buena estructura
de apoyo, alambres y postes; riego presurizado, por goteo y variedades de buen
comportamiento en la región, de rendimientos no muy elevados y de óptima
calidad de uva.”
Se afirma que esta región puede ser muy importante para la producción de vinos
Premium, intensos, fruto de un clima muy particular, donde los colores y los
sabores se intensifican gracias a los efectos de la amplitud térmica.
En general, los establecimientos vitivinícolas del territorio producen vinos de alta
calidad y en menor medida espumantes. Los volúmenes exportados por esta
región se han incrementado considerablemente en los últimos años.
Esta región del país se caracteriza por poseer un clima continental seco, escaso
régimen de lluvias, buena insolación, y una gran amplitud térmica durante el
período de maduración de las uvas. Estas características, sumadas a los suelos
aluvionales, permiten el cultivo de finos cepajes que dan origen a vinos muy
equilibrados.
Este trabajo ha surgido del consenso entre la Asociación Vitivinícola de las
Zonas Frías de Río Negro, el Instituto Nacional de Vitivinicultura y la Dirección
de Vitivinicultura. Se acordó ocuparse de aspectos como ordenamiento
productivo debido a la desorganización varietal, tecnificación de las bodegas,
reducir los stocks de vinos comunes y adaptar la elaboración a la demanda.
También actividades como marketing y promoción.
Las exportaciones de vinos de esta provincia se han incrementado y son
importados principalmente por Estados Unidos, Canadá Brasil y Reino Unido.
El mayor porcentaje de la superficie existente es en zonas que no tenían
tradición en cuanto a la plantación de vides, a parte de San Patricio del Chañar
se han establecido emprendimientos vitícolas principalmente en las localidades
Mari Menuco, Senillosa, Chos Malal, Buta Ranquil, entre otras. Además de
nuevas plantaciones y replantaciones primordialmente en las de Añelo, Plotier y
Centenario.
Para destacar las cualidades de los vinos de la zona Chubut, inversores y enólogos
mencionan que los vinos producidos en esta provincia se compararan a los
situados más allá del paralelo 42, en zonas como Borgoña, Alsacia, Renania,
Oregón, Australia y Nueva Zelanda.
Esta zona tiene unas temperaturas de -8º como máximo en invierno y en verano
puede llegar a los 36 grados. Los entendidos sostienen que existen condiciones
climáticas muy buenas para el cultivo de uvas y no se producen problemas con
el granizo.
Los suelos del noroeste de Chubut son de origen volcánico o alófanos y tienen
una capa de tierra de entre 20 y 80 centímetros con base de arcilla. La localidad
de El Hoyo mantiene un microclima especial que favorece el desarrollo de las
variedades implantadas. El clima es seco y el estado fitosanitario de las uvas es
casi perfecto. La alternancia entre días calientes y noches frías exalta el aroma
de los vinos que, por otra parte, presentan una acidez interesante.
La Pampa por las buenas condiciones de suelo, clima y aprovisionamiento de
anuales de 220 mm, suelos poco profundos y de muy buen drenaje.
En conclusión;
zonas rurales ofreciendo diversos servicios al turista.
Parte de la muy interesante nota publicada en inv.gov.ar, todos los detalles completos en
su página web.
DEPARTAMENTO DE ESTADÏSTICA Y ESTUDIOS DE MERCADO
agua esta provincia ha sido valorada también para el desarrollo de la
vitivinicultura de la región, surgiendo en el año 2000 un proyecto de elaboración
de vinos de alta gama.
El clima es árido, entre templado y templado-frío, suelo pedregoso, arenoso y
mineral, con una amplitud térmica que alcanza los 26° C y con precipitaciones
anuales de 220 mm, suelos poco profundos y de muy buen drenaje.
En conclusión;
La vitivinicultura de la Región Patagónica argentina posee características
ecológicas propias que contribuyen a diferenciar la calidad de las uvas y de los
vinos elaborados.
Se han producido en la zona modificaciones importantes en la composición
cualitativa de los viñedos a través de la erradicación de variedades de alto
rendimiento por variedades de alta calidad enológica especialmente tintas y
también al iniciar nuevos emprendimientos vitícolas y enológicos. Se ha aplicado
tecnología en el cultivo y en las bodegas.
También se ha incrementado el número de bodegas a través de importantes
inversiones en áreas no tradicionales con el objeto de mejorar la producción de
vinos hacia vinos de calidad lo que ha abierto el camino a las exportaciones,
prueba de ello son las cifras que muestran un incremento en volúmenes
exportados y en los dólares.
También se ha integrado todo este impulso vitivinícola al desarrollo de
emprendimientos turísticos enológicos y al desarrollo socioeconómico de las
zonas rurales ofreciendo diversos servicios al turista.
Parte de la muy interesante nota publicada en inv.gov.ar, todos los detalles completos en
su página web.
ELABORADO: SUBGERENCIA DE ESTADÍSTICA Y ASUNTOS TÉCNICOS INTERNACIONALES
DEPARTAMENTO DE ESTADÏSTICA Y ESTUDIOS DE MERCADO
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