sábado, 27 de junio de 2015

Vitivinicultura Patagónica Argentina

 

Vitivinicultura Patagónica Argentina, y su gran futuro!!
 
 
Diversos emprendimientos vitivinícolas para la elaboración de vinos de calidad han tomado impulso en esta región, especialmente en San Patricio del Chañar, Departamento Añelo, en la provincia de Neuquén. También en el Hoyo de Epuyén en Chubut y en la zona de 25 de Mayo de La Pampa. En Río Negro, principal provincia vitivinícola de la región, el proceso fue orientado hacia la reconversión varietal.
Fueron determinantes en este proceso las condiciones ecológicas de estas
 
zonas como aptas para la vitivinicultura de calidad, su influencia en las
 
características distintivas de los vinos y mostos y, el conocimiento de las
 
cualidades de los vinos de este terruño por parte de los consumidores nacionales                  
y extranjeros.
 
La reconversión e implantación de nuevos viñedos y desarrollo de nuevas
bodegas también han tenido como factor determinante el auge alcanzado en los
últimos años por el comercio internacional de vinos del país y el creciente interés
de los países importadores por los vinos del Nuevo Mundo Vitivinícola.. Estos
escenarios motivaron transformaciones cualitativas a través de inversiones para
la innovación de tecnología de punta y cambios de las variedades para la
adaptación de la oferta a las nuevas exigencias del mercado.
 
La Región Patagónica Argentina es la más austral de todas las regiones

vitivinícolas y la que está ubicada a menor altitud. (38º a 42 de latitud).La

viticultura se asienta principalmente en los márgenes de los ríos Negro y

Colorado. Comprende áreas bien delimitadas de las provincias de La Pampa,

Neuquén, Río Negro y Chubut.

Es un extenso valle que nace a los pies de la Cordillera de los Andes y se

extiende en la conjunción de los ríos Neuquén y Limay. En esta región se

pueden delimitar áreas bien diferenciadas como el Alto Valle y el Valle Medio del

Río Negro, Alto Valle y Valle Medio del Río Colorado.
 
Desde el punto de vista edáfico los suelos son coluviales y aluviales, de textura

mediana a gruesa, aptos para el cultivo de la vid. Los días son templados y

luminosos y las noches frescas, con una apreciable amplitud térmica. El principal

factor limitante para el cultivo de la vid son las heladas tardías y tempranas, que

perjudican especialmente a las variedades de ciclo vegetativo largo.

La mejor virtud de esta zona es el viento fuerte, ya que produce sequedad en el

ambiente evitando la aparición de enfermedades, y esto se traduce en la

posibilidad de la elaboración de vinos orgánicos, sin adición de agroquímicos.

Por su clima frío, las uvas y mostos presentan características diferentes de las

zonas andinas, mayor contenido de acidez y regular tenor azucarino. Se

elaboran vinos genéricos y de apreciable calidad enológica.
 
En la década de 1920 se producen

emprendimientos para la elaboración de vinos de calidad con la instalación de

viñedos y bodegas con características artesanales, propiedad de europeos,

orientadas a la elaboración de vinos de calidad y también bodegas industriales

dedicadas a vinos comunes.
 
Como en el resto del país a partir de la década de 1950 se comienza con la

implantación de uvas de alto rendimiento y variedades de baja calidad enológica

criollas y europeas. Como resultado aparecen las sucesivas crisis y la

erradicación que produjo una caída de la vitivinicultura de la región.
 
Surge la idea de cambios en la composición varietal de los viñedos y

agrupaciones en cooperativas. También prosperan iniciativas como los vinos y

espumantes de las zonas frías, pero no se lograr invertir la situación.

Según el Dr. Alcides Llorente consultor del INTA “hacia fines de la década del

90, algunos empresarios se dan cuenta de las bondades que ofrecen las

condiciones ecológicas de la región, principalmente el clima, y retoman los

conceptos que tuvieron en cuenta los pioneros para el desarrollo de una

vitivinicultura de calidad, sobre la base de la implantación de las variedades

aptas y la adopción de la tecnología disponible actualmente, tanto en el cultivo

como en la elaboración”.
 
En este aumento incidió la transformación de la superficie plantando variedades

de alta calidad enológica tintas, prevaleciendo en la región las variedades

Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Negro y Syrah. En las blancas las

variedades Chardonnay, Sauvignon, Pedro Giménez y Torrontés Riojano. Estas

implantaciones demuestran una importante mejora cualitativa en el cepaje de la

zona. Las variedades de alta calidad enológica constituyen el 85,94% de la

superficie con uvas de vinificar que han aumentado el 90% con respecto al año

2000.

De acuerdo al trabajo consultado del Dr. Alcides Llorente “en la mayoría de la

superficie implantada se utilizan sistemas de conducción con buena estructura

de apoyo, alambres y postes; riego presurizado, por goteo y variedades de buen

comportamiento en la región, de rendimientos no muy elevados y de óptima

calidad de uva.”
 
Se afirma que esta región puede ser muy importante para la producción de vinos

Premium, intensos, fruto de un clima muy particular, donde los colores y los

sabores se intensifican gracias a los efectos de la amplitud térmica.
 
En general, los establecimientos vitivinícolas del territorio producen vinos de alta

calidad y en menor medida espumantes. Los volúmenes exportados por esta

región se han incrementado considerablemente en los últimos años.
 
Esta región del país se caracteriza por poseer un clima continental seco, escaso

régimen de lluvias, buena insolación, y una gran amplitud térmica durante el

período de maduración de las uvas. Estas características, sumadas a los suelos

aluvionales, permiten el cultivo de finos cepajes que dan origen a vinos muy

equilibrados.
 
Este trabajo ha surgido del consenso entre la Asociación Vitivinícola de las

Zonas Frías de Río Negro, el Instituto Nacional de Vitivinicultura y la Dirección

de Vitivinicultura. Se acordó ocuparse de aspectos como ordenamiento

productivo debido a la desorganización varietal, tecnificación de las bodegas,

reducir los stocks de vinos comunes y adaptar la elaboración a la demanda.

También actividades como marketing y promoción.

Las exportaciones de vinos de esta provincia se han incrementado y son

importados principalmente por Estados Unidos, Canadá Brasil y Reino Unido.
 
El mayor porcentaje de la superficie existente es en zonas que no tenían

tradición en cuanto a la plantación de vides, a parte de San Patricio del Chañar

se han establecido emprendimientos vitícolas principalmente en las localidades

Mari Menuco, Senillosa, Chos Malal, Buta Ranquil, entre otras. Además de

nuevas plantaciones y replantaciones primordialmente en las de Añelo, Plotier y

Centenario.
 
Para destacar las cualidades de los vinos de la zona Chubut, inversores y enólogos

mencionan que los vinos producidos en esta provincia se compararan a los

situados más allá del paralelo 42, en zonas como Borgoña, Alsacia, Renania,

Oregón, Australia y Nueva Zelanda.
 
Esta zona tiene unas temperaturas de -8º como máximo en invierno y en verano

puede llegar a los 36 grados. Los entendidos sostienen que existen condiciones

climáticas muy buenas para el cultivo de uvas y no se producen problemas con

el granizo.
 
Los suelos del noroeste de Chubut son de origen volcánico o alófanos y tienen

una capa de tierra de entre 20 y 80 centímetros con base de arcilla. La localidad

de El Hoyo mantiene un microclima especial que favorece el desarrollo de las

variedades implantadas. El clima es seco y el estado fitosanitario de las uvas es

casi perfecto. La alternancia entre días calientes y noches frías exalta el aroma

de los vinos que, por otra parte, presentan una acidez interesante.
 
 
 La Pampa por las buenas condiciones de suelo, clima y aprovisionamiento de
agua esta provincia ha sido valorada también para el desarrollo de la

vitivinicultura de la región, surgiendo en el año 2000 un proyecto de elaboración

de vinos de alta gama.

El clima es árido, entre templado y templado-frío, suelo pedregoso, arenoso y

mineral, con una amplitud térmica que alcanza los 26° C y con precipitaciones

anuales de 220 mm, suelos poco profundos y de muy buen drenaje.
 
En conclusión;
 
La vitivinicultura de la Región Patagónica argentina posee características

ecológicas propias que contribuyen a diferenciar la calidad de las uvas y de los

vinos elaborados.

Se han producido en la zona modificaciones importantes en la composición

cualitativa de los viñedos a través de la erradicación de variedades de alto

rendimiento por variedades de alta calidad enológica especialmente tintas y

también al iniciar nuevos emprendimientos vitícolas y enológicos. Se ha aplicado

tecnología en el cultivo y en las bodegas.

También se ha incrementado el número de bodegas a través de importantes

inversiones en áreas no tradicionales con el objeto de mejorar la producción de

vinos hacia vinos de calidad lo que ha abierto el camino a las exportaciones,

prueba de ello son las cifras que muestran un incremento en volúmenes

exportados y en los dólares.

También se ha integrado todo este impulso vitivinícola al desarrollo de

emprendimientos turísticos enológicos y al desarrollo socioeconómico de las

zonas rurales ofreciendo diversos servicios al turista.
 
Parte de la muy interesante nota publicada en inv.gov.ar, todos los detalles completos en
 
su página web.

ELABORADO: SUBGERENCIA DE ESTADÍSTICA Y ASUNTOS TÉCNICOS INTERNACIONALES

DEPARTAMENTO DE ESTADÏSTICA Y ESTUDIOS DE MERCADO
 


Bulgaria y su vitivinicultura.



Bulgaria y sus tesoros enológicos.



OIV (22/06/2015) A unas pocas manzanas de la exposición "La epopeya de los reyes tracios: descubrimientos arqueológicos en Bulgaria", que acoge el Museo del Louvre del 16 de abril al 20 de julio de este año, el Ministerio de Agricultura y Alimentación de la República de Bulgaria presentó en la sede de la OIV algunos de sus tesoros enológicos, durante una cata organizada por los servicios de la Embajada.
El viceministro de Agricultura, Vassil Groudev, realizó una analogía entre el oro de los tracios y el que fluye en las bodegas búlgaras, para posicionar a su país entre los pueblos cuya cultura vitivinícola de larga data les confiere una magia y un espíritu especiales. Luego, invitó a los presentes a descubrir estos vinos en los salones de la OIV, pero también, y fundamentalmente, en el contexto de los paisajes y viñedos de su país.
En su carácter de anfitrión de este evento, el director general de la OIV, Jean-Marie Aurand, destacó la importancia del sector vitícola de Bulgaria. Este país, puerta de Europa, ubicado entre los Balcanes y el Mar Negro, cuenta con cinco regiones vitícolas que ofrecen una diversidad de terroirs en los que encuentran expresión tanto las variedades autóctonas (Gamza, Mavrud, Dimyat, Rubin o Pamid) como las variedades internacionales, desarrolladas más recientemente en el marco de la reestructuración del viñedo.